Poner fin a una relación tormentosa no es sencillo, y la que mantenemos con nuestras finanzas no es la excepción.

Hacer un examen de conciencia sobre la manera en la que te relacionas con tu cartera es el primer paso para poner fin a la relación tóxica con tus finanzas. Para que este proceso sea efectivo, debes reconocer con qué frecuencia no llegas al final de la quincena, si tienes un mal manejo de tus tarjetas de crédito, y cada cuanto cumples una meta de ahorro.

Para dar ese primer paso, debes elaborar un registro de tus gastos e ingresos. Este ejercicio permite que identifiques tus gastos innecesarios, conozcas tus posibilidades de ahorro y tu capacidad de pago para evitar contraer deudas que no puedes finiquitar.

Aunque esto parece una tarea sencilla, la realidad es que sólo 34.9% de los mexicanos llevan un control de sus ingresos y gastos, de acuerdo con la Encuesta de Inclusión Financiera (ENIF) 2018.

La buena noticia es que, al elaborar un presupuesto podrás identificar tus gastos hormiga, es decir, aquellos que parecen pequeños, pero que al sumarlos se convierten en una plaga para tu cartera.

Para que tengas una idea de cuánto dinero de tu sueldo se va en este tipo de consumo, suma las cantidades que gastas en el vaso de café que compras en las mañanas, la botella de agua y el dulce que adquieres después de comer. Aunque por separado podrían considerarse insignificantes, llegan a equivaler el 12% de tu salario mensual.

Pese a que este porcentaje parece indefenso, puede ser la causa del descalabro de tu presupuesto mensual, dado que, si tu sueldo es, por ejemplo, de 10,000 pesos mensuales, tus gastos hormiga puede llegar a ser de hasta 1,200 pesos, dinero que podrías destinar al ahorro.

Si tu problema es con el ahorro, recuerda que este es un hábito que requiere constancia y organización, para cumplir una meta financiera de corto, mediano y largo plazo, como adquirir un gadget, dar el enganche de un auto o aumentar el monto de tu pensión.
El secreto para que el ahorro se vuelva un hábito es considerarlo en tu presupuesto dentro de tus gastos fijos, es decir, esos que tienes que realizar cada mes. Para que este proceso sea sencillo, aparta para ahorro 5 o 10% cada vez que tengas un ingreso.

Para que el dinero que acumules obtenga rendimientos, considera ahorrar en tu cuenta AFORE, a la que puedes depositarlos como ahorro voluntario, y que, dependiendo de tus objetivos y prioridades, puede servirte para un gasto, una inversión futura o bien, para aumentar el monto de tu pensión.

En el primer caso, puedes establecer una meta para gastar tu ahorro en un periodo menor a un año. Para una meta a mediano plazo, tus ahorros deben permanecer invertidos por lo menos 5 años y en el caso portaciones de largo plazo, la inversión debe permanecer en tu cuenta hasta que cumplas 65 años.

La clave para que el ahorro voluntario se convierta en un hábito y no olvides depositarlo a tu cuenta AFORE activa la domiciliación electrónica en la página de e-SAR. Así, de manera automática, se transfiere una cantidad entre 100 y 50 mil pesos de tu cuenta bancaria a tu AFORE en la periodicidad que más te convenga.