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¿Qué es la renta fija y renta variable?
28 de Octubre 2024
Siempre te van a decir que los mercados de renta fija y de renta variable se complementan, que no hay uno mejor que otro… y ¡es cierto! Hay todo tipo de inversiones y cualquier combinación es posible. Como te podrás imaginar, ahora viene el “pero”. Para entender cómo se complementan, primero debemos entender perfectamente sus diferencias.
Renta fija
Invertir en el mercado de renta fija significa que prestamos dinero —al gobierno, a un banco, alguna empresa, a paraestatales— comprando títulos de deuda con plazo y tasa de interés preestablecidos o fijos. De ahí que también se le llame mercado de deuda, pues los emisores se obligan al pago de los intereses y del capital en la fecha de vencimiento.
Debes saber que existe una subclasificación dependiendo el plazo: mercado de dinero para corto plazo (menores a un año), y mercado de bonos, para la deuda de largo plazo (por lo general 3, 5, 10 y hasta 30 años).
Como desde antes se conoce el rendimiento, se considera que son instrumentos relativamente seguros; sin embargo, es muy importante tomar en cuenta la calificación crediticia, pues refleja una opinión estudiada sobre la probabilidad de que el emisor cumpla con sus obligaciones en tiempo y forma. A mayor calificación, menor riesgo; con una menor calificación, la tasa de interés tiende a ser mayor para compensar el nivel de riesgo más alto. Si te habías preguntado por qué la tasa de interés de un pagaré varía de banco a banco, revisa la calificación crediticia del emisor.
En el año 2000, cuando entré a trabajar en la banca patrimonial, la mayoría de los inversionistas pertenecían a un grupo selecto de adultos mayores que resguardaban sus ahorros de toda la vida; se decía que era un “mercado de viudas” porque era común que cada mes los clientes retiraran sus rendimientos y te pidieran que les calcularas cuánto iban a recibir el siguiente mes. Este tipo de inversionistas era sumamente conservador; muchos de ellos fueron víctimas de las crisis previas, por lo que eran adversos al riesgo. Su instrumento favorito eran los Cetes a 28 días; invertir a tres meses ya lo consideraban largo plazo, y era casi imposible ofrecerles una alternativa fuera de Cetes a pesar de que muchas veces no ganaran por arriba de la inflación, lee el artículo lo que debes saber para ganar dinero invirtiendo.
Hoy, invertir en renta fija ya no se parece a lo que pasaba en la época de mis clientas de patrimonial. Ahora puedes participar en este mercado con muy poco dinero. Y si decides invertir en bonos a largo plazo, deberás tener cuidado con “el riesgo de la tasa de interés”. Te preguntarás ¿qué riesgo puede haber con una tasa fija y conocida? Bueno, en el largo plazo, las tasas del mercado pueden tener variaciones significativas y si tú, por ejemplo, invertiste en un bono a cinco años a una tasa de 9% y ahora esos bonos ofrecen una tasa de 12%, tu bono ha perdido valor, y si quisieras venderlo, tendrías que absorber esa pérdida. Pero también pudiera ocurrir lo contrario, si las tasas bajaran, pudieras vender tu bono con una ganancia adicional.
Como ves, los bonos no son inversiones apropiadas para perfiles muy conservadores, sino que son más adecuadas para estrategas de inversión como pudiera ser un fondo de inversión o un plan de pensiones. Normalmente, las inversiones en bonos se hacen como parte de una diversificación de largo plazo o como una estrategia activa para obtener ganancias ante la expectativa de periodos de baja en las tasas de interés. Podrías considerarlos para un gasto planeado a largo plazo; por ejemplo, tomarte un año sabático, un viaje o estudiar en el extranjero.
Renta variable
Ahora te contaré del mercado de renta variable. Al respecto, debo decir que la teoría y la práctica son totalmente distintas y que, como asesora de inversionistas, he tenido las experiencias más angustiantes de mi vida —para nada como las tranquilas llamadas mensuales que hacía en el mercado de renta fija.
El mercado de renta variable está compuesto principalmente por acciones de empresas públicas que cotizan en la bolsa de valores. Una empresa se transforma en “pública” cuando, mediante una “oferta pública inicial”(OPI), coloca parte de sus acciones entre el público inversionista, convirtiéndolos en accionistas de la compañía. A partir de ese momento, el mercado comienza a evaluar el precio de acciones de la compañía. La razón principal por la que las empresas ofrecen sus acciones es para financiar los planes de expansión del negocio y, precisamente, los resultados del negocio son un factor fundamental —¡pero no el único! — para los movimientos del precio.
Cuando se invierte en acciones, básicamente hay dos momentos en los que se gana dinero: cuando la empresa decreta el pago de dividendos y cuando el accionista vende sus acciones a un precio mayor al que las adquirió. Ya que son muchas las causas que influyen en el precio, no podemos saber cuándo ni cuánto ganaremos, es decir, no hay plazos ni tasas garantizadas. Además del desempeño de la empresa, en el precio de la acción influyen el entorno económico y político, las expectativas y las percepciones, por sólo mencionar algunos factores.
Los inversionistas recurren a este mercado en busca de altos rendimientos en el largo plazo, y están dispuestos a tolerar la volatilidad en el corto plazo a cambio de la expectativa de mayores rendimientos en el futuro. Este mercado es ideal para acrecentar el patrimonio a largo plazo, como parte de una estrategia diversificada.
En el mercado de renta variable también participa otro tipo de inversionistas. Se trata de los llamados traders o de perfil especulativos. Ellos aprovechan las subidas y bajadas de corto plazo para generar ganancias rápidas. Son expertos en analizar los comportamientos de los mercados, utilizan el análisis técnico (basado en gráficas) para pronosticar el comportamiento de las acciones y, de esta forma, establecer los niveles de precios en los que entrarán y saldrán del mercado.
Como ves, la renta variable tiene altos riesgos, pero también rendimientos superiores a la renta variable en el largo plazo, por lo que se requiere de mayor conocimiento para poder invertir con buenos resultados. Yo he tenido clientes de todo tipo, desde los que les gusta hacer trading hasta los que son más patrimoniales; en ambos casos, algunos han tenido que asumir alguna pérdida en más de una ocasión por la quiebra financiera de alguna. Por ello, cuando se destina un capital a invertir en bolsa, lo más recomendado es diversificar en acciones de al menos cinco distintas empresas y en diferentes sectores.
Yo clasificaría a la mayoría de las personas en México como ahorradores que buscan opciones para guardar su dinero aspirando a que no pierda poder adquisitivo en el tiempo. Los menos frecuentes son los especuladores, que buscan oportunidades. Por su parte, los inversionistas buscan algo diferente al ahorro y la especulación para hacer crecer su dinero.
Diferencias entre renta fija y variable
Si se tratara de un juego, una manera de explicar claramente la diferencia entre renta fija y renta variable sería: en el primer caso, juegas a ser acreedor de una compañía por un periodo de tiempo limitado a cambio de una tasa de interés conocida; en el caso de renta variable, juegas a ser accionista de una compañía, tienes derecho a parte de las utilidades, y el valor de tus acciones puede subir o bajar. Los inversionistas invierten estratégicamente en ambos mercados buscando ganar el juego teniendo en cuenta estos cuatro factores: el objetivo de su inversión, la cantidad de dinero a invertir, su aversión al riesgo y su nivel de conocimiento. ¿Ves cómo sí se complementan?