Ahorrar, viajar a Europa y no vaciar tu cartera
Por Principal
17 de Septiembre de 2020
Todo el mundo —oficinistas, mochileros y bon vivants— necesita un momento en la vida para darse un respiro y tomarse unas vacaciones. Destinos hay muchos, es cierto, pero cuando hablamos de viajes Europa siempre sale. Esto quizá desanima a ciertas personas: “Jamás podría pagar un viaje así”, dirán algunos. Nada más lejos de la realidad. Si quieres cruzar el Atlántico y descubrir la Plaza Mayor en Madrid, los canales de Venecia o la Torre Eiffel en París, es posible…, sólo toma las siguientes consideraciones.
Ahorro desde casa: La clave para empezar
Hoy la educación y los servicios financieros son accesibles y puedes aprovecharlos. Sea cual sea tu ingreso, debes plantearte desde ya comenzar a ahorrar un porcentaje cada quincena o mes. Es cierto que la cultura financiera merece un largo camino, pero nunca es tarde para empezar. Desde luego, no ahorrará lo mismo una persona soltera que un padre o madre de familia, pero hacerse a la idea de no gastarlo todo es la clave para alcanzar los grandes sueños: un retiro tranquilo, ir construyendo el patrimonio y, claro, viajar sin complicaciones.
Sí, ahorro, ¿pero cómo?
Es probable que hayas escuchado sobre cómo guardar el dinero bajo el colchón o en una alcancía. La respuesta, en realidad, está en el ahorro inteligente. Si haces tu guardadito en sobres irá perdiendo su valor; si lo inviertes, no sólo mantiene su valor, sino que se incrementa. Si lo que quieres es hacer un viaje en los próximos años, puedes asesorarte con un especialista sobre qué tipo de producto se adapta a ti según tus ingresos y el tiempo que puedas y quieras esperar.
Paciencia: Comienza a planear
Si tu destino es una capital europea, es normal que no logres ahorrar lo necesario en pocos meses. Hace falta que te armes de paciencia y decidas a dónde te gustaría ir y por qué. Es decir, elige con cuidado las ciudades que quieres visitar, descubre en guías de viaje sus atractivos turísticos y restaurantes emblemáticos. Tener un itinerario flexible con un año de anticipación o más te dará grandes ventajas: podrás encontrar vuelos a precios excelentes, alojamientos, disponibilidad de entradas para un partido u obra, entre otras.
Los trámites
Visitar una oficina para hacer trámites no es especialmente divertido, pero sí necesario. Tramita tu pasaporte con tiempo o revisa que tenga cuanto menos seis meses de vigencia al momento del viaje. Asegúrate de tener el hotel y los boletos de ida y vuelta; de otra forma, quizá no puedas entrar al espacio Schengen. La buena noticia es que en la mayoría de los países de Europa se usa el euro, así que no tendrás que hacer múltiples conversiones. Eso sí, los pasaportes y los trámites cuestan; considéralos al ahorrar.
Los destinos y la experiencia
Ya te sugerimos elegir las ciudades que siempre soñaste, pero, ¿qué tal pequeñas joyas ocultas en los alrededores de las capitales? No decimos que no visites la Capilla Sixtina o el Museo del Prado, pero puedes diversificar tus destinos para conocer más al menor costo. Descubre pequeñas trattorias italianas, busca sitios con la formule déjeuner en Francia (algo así como hospedaje con plan de comida) y evita cenar cada noche en los sitios más turísticos. En los lugares menos pensados nos llevamos las mejores sorpresas.
Al final, lo que se queda con nosotros, además de fotos y videos, es la experiencia: la suma de aromas, sabores y colores que nos acompañarán siempre. Viajar de México hacia Europa no es imposible, sólo es cosa de sentarse a planear con calma y comprometerse a ahorrar para lograrlo. Asesórate con un experto, haz que tu dinero crezca y asegúrate un futuro y unas buenas vacaciones.