El inicio de año es el momento perfecto para comenzar con el plan para tus próximas vacaciones, ya sea con amigos o tu familia.

El secreto para que tengas unas vacaciones perfectas está en hacer un plan, tanto de viaje como financiero, sobre todo para no comprar de última hora tus boletos o no hacer reservaciones, esto se puede convertir en una pesadilla que sepulte tus finanzas.

El primer paso antes de hacer tu maleta es elegir un destino para tu viaje. En México existe una diversa oferta turística y puedes elegir entre un destino de playa, como Cancún o Mazatlán, o una ciudad en la que puedas caminar y conocer su cultura, como Puebla o Guanajuato.

Determinar tu próxima parada te permitirá identificar el objetivo financiero para lograrlo, debes analizar y comparar los destinos que pretendes visitar. Considera que opciones de transporte quieres y puedes utilizar para llegar a tu destino, los días que vacacionarás y en qué lugar te hospedarás.
Considera que los lugares más concurridos son las playas, mucha gente quiere aprovechar estos destinos durante las vacaciones de verano, y por lo tanto los precios tienden a subir en temporada alta. En estos casos, al contar con un mayor tiempo para planear el viaje, puedes elegir las fechas en las cuales estos lugares son menos concurridos para que obtengas precios más bajos por los servicios que vas a requerir.
Es muy importante que para decidir tu destino, transporte y hotel seas realista con tus finanzas y el presupuesto para gastar durante tu viaje. Elaborar un presupuesto te dará oportunidad de conocer tu capacidad de pago; además, evitarás realizar desembolsos innecesarios, recuerda que ya estando en el lugar que elegiste pueden surgir gastos extras que terminan por resultar más caros.

Después de hacer una evaluación y decidir a dónde viajar y cuánto dinero destinarás a ese viaje, es el momento en que debes comenzar a ahorrar, en este caso, puedes comenzar con el ahorro a corto plazo, es decir, en el cual alcanzarás tu meta financiera en un lapso menor a un año.

Guardar tu dinero en casa, en una tanda, con tu familia o en una caja de ahorro del trabajo es ahorrar en medios informales. La desventaja de estos métodos es que tu dinero puede perderse en cualquier momento.

En tanto, ahorrar en una cuenta en instituciones financieras autorizadas es más conveniente porque, por ejemplo, puedes acceder más fácil a otros servicios financieros, puedes ganar intereses y además tu dinero cuenta con un seguro de depósito, como ocurre con tu cuenta de Afore.

Este ahorro es conocido como ahorro voluntario, y puedes establecer una meta que esté en línea con tus finanzas, para que no comprometa tu cartera. Lo ideal es establecer una cantidad fija mensual que te permita cumplir con el objetivo: tener el presupuesto ideal para tus vacaciones.

El porcentaje que debes ahorrar en tu Afore es de entre el 10% y el 15% del ingreso que recibes cada mes, recomienda la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Estas aportaciones voluntarias puedes retirarlas a los dos meses de que comenzaste a ahorrar, aunque lo recomendable es solicitar el dinero una vez que cumpliste con el presupuesto que estableciste cuando comenzaste a planear tu viaje.